Septiembre ya está aquí, y con él llegan las tan esperadas Fiestas Patrias, un momento especial para todos los chilenos que escapan de la rutina para celebrar las tradiciones. El aire huele a asado, la cueca suena en cada esquina, y el ambiente invita a compartir con familiares y amigos. Sin embargo, junto a la empanada y el terremoto, también se instala una presión social que muchas veces nos lleva a gastar más de lo que realmente podemos permitirnos.
Sin embargo, no todo es alegría. Junto con las festividades, también se hace presente una presión social que lleva a muchos a gastar más de lo que pueden permitirse. De acuerdo con un informe de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), publicado en septiembre de 2024, los hogares chilenos gastan en promedio $200.000 durante las celebraciones de Fiestas Patrias, principalmente en alimentos y bebidas.
Este gasto, representa un incremento significativo respecto a un mes normal y, a menudo, se traduce en el uso de tarjetas de crédito, adelantos en efectivo e incluso préstamos. Además, un 30% de los chilenos recurre al endeudamiento para financiar estas celebraciones, lo que plantea una pregunta clave: ¿a qué costo?
Estudios muestran que, tras las Fiestas Patrias, el endeudamiento familiar en Chile aumenta considerablemente. Lo que comienza como unos días de disfrute puede convertirse en meses de presión financiera. De hecho, el Banco Central de Chile reporta que los hogares ven un aumento en su deuda de consumo durante este periodo, con un alza del 16% en gastos relacionados con las festividades. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿vale la pena gastar tanto para solo unos días de celebración, si eso implica meses de agobio financiero?
Es primordial que empecemos a cuestionar la relación entre celebración y gasto. Festejar las Fiestas Patrias no tiene por qué ser sinónimo de endeudamiento. ¿Es realmente necesario gastar en exceso para disfrutar? Según datos de Chiledeudas.cl, el 50% de los chilenos utiliza el aguinaldo para los gastos festivos, pero gran parte de ellos aún recurren a formas adicionales de crédito, afectando su estabilidad financiera posterior. En lugar de esto, existen alternativas que permiten celebrar de forma consciente y sin comprometer nuestras finanzas: reuniones más pequeñas y colaborativas donde los gastos se compartan entre todos. Participar en actividades gratuitas organizadas en espacios públicos. Optar por un consumo más moderado, donde lo importante sea el tiempo de calidad con los seres queridos y no el dinero gastado.
Las Fiestas Patrias nos invitan a hacer una pausa y reflexionar. Más allá del consumo, deberíamos enfocarnos en lo que verdaderamente importa: la tradición, la familia y el disfrute consciente. El gasto desmedido puede pasar factura en los meses siguientes, atrapándonos en un ciclo de deudas que afecta nuestra estabilidad financiera. Celebrar de manera ajustada a nuestra realidad económica no sólo nos permitirá disfrutar sin preocupaciones, sino que también nos ayudará a apreciar lo que realmente vale.
En definitiva, el espíritu de estas fiestas debe girar en torno a la celebración consciente. Según los datos recopilados por la CCS y otros estudios financieros, podemos disfrutar plenamente de esta festividad sin caer en excesos financieros, priorizando lo que realmente importa: el tiempo compartido y nuestras tradiciones.
Dra. Sandra Alcina Fortoul
Docente Facultad de Administración y Negocios
Universidad Autónoma de Chile, Sede Temuco
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