A tribunales llegó casi la totalidad de las carabineras acusadas de hacer mal uso de la subvención para sala cuna de sus hijos. Fueron finalmente formalizadas por fraude al fisco, junto a los propietarios del jardín infantil “Jugando aprendo” y la directora del establecimiento.
Un eventual fraude al fisco sin precedentes, dineros del erario nacional que estaban destinados a la educación prebásica de hijos de Carabineras, y que según el ministerio público, terminaron en manos de los propietarios de una sala cuna de Temuco y de sus propias madres uniformadas, sin haber acudido jamás al establecimiento.
Después de tres años de investigación, finalmente la Fiscalía formalizó por el delito a 16 funcionarias y un carabinero en servicio activo, a uno de los propietarios del jardín: Karin Gutiérrez Krebs. No asistieron a la audiencia el socio del establecimiento: el dentista, Carlos Molina Herrera, la Directora del Jardín Rocío Soza Jara y dos uniformadas.
Se les acusa de autoras en grado consumado de fraude al fisco, ilícito que se habrían perpretrado entre los años 2013 y 2016, perjudicando a las arcas estatales en más de $317 millones de pesos…. Y por el que se presume inocencia.
Las formalizadas quedaron con la cautelar de arraigo nacional, mientras dure la investigación de seis meses decretada por el tribunal, a petición de la fiscalía, que adelantó que se encuentra investigando a otros siete jardines infantiles por delitos similares.
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