La anulación de las sentencias y la programación de un nuevo juicio ordenó la Corte de Apelaciones de Concepción, tras identificar vicios en el proceso que condenó a Ernesto Llaitul y a otros comuneros por un ataque incendiario en Los Ángeles.
Fue la sexta sala del tribunal de alzada penquista la que, de forma unánime, acogió un recurso de nulidad interpuesto por las defensas de Ernesto Lincoyam Llaitul Pezoa, Esteban Ignacio Henríquez Riquelme, Ricardo Delgado Reinao y Roberto Villouta Alcamán, quienes habían sido declarados culpables como coautores de dos homicidios frustrados y dos incendios de camión, ocurridos en septiembre del 2021.
La misma resolución impugnada condenó a Eduardo Mauricio Cornejo Vidal, en calidad de cómplice de los incendios.
El ministro de la Corte de Apelaciones de Concepción, Rodrigo Cerda, explicó que la decisión de anular el proceso de primera instancia, “tiene que ver con una insuficiente valoración probatoria de la prueba rendida en el juicio”.
“Se trataba de declaraciones de prueba de cargo, tanto de testigos como peritos y especialmente en lo que dice relación con aquella información aportada al juicio durante el contrainterrogatorio y preguntas que hizo el tribunal estos testigos y peritos, que no fue considerada ni extractada o descrita en la sentencia, de modo que no se cumple por lo tanto con el estándar del artículo 297 del Código Procesal Penal, que llama a hacerse cargo de toda la prueba rendida en el juicio”, complementó el ministro Cerda.
Con esto, la justicia ordenó el desarrollo de un nuevo juicio oral en contras de los comuneros, el que debe ser llevado a cabo por un tribunal compuesto por jueces no inhabilitados para resolver el caso.
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