Seguridad Vial

En el marco de las festividades de fin de año e inicio del periodo estival, es crucial reflexionar sobre una temática global: la seguridad vial. Según la Organización Mundial de la Salud (2023) se observó una disminución del 5% en las muertes por accidentes de tránsito desde 2010. Sin embargo, en Chile, cerca del 30% de las muertes en siniestros viales se debe al exceso de velocidad. Por su parte, la Encuesta de Convivencia y Seguridad Vial Achs-Datavoz, evidenció que el 59% de las personas observa mucha agresividad y violencia en conductores y peatones. Precisamente por ello, los accidentes de tránsito persisten como una problemática de salud mundial, especialmente para peatones, ciclistas y otros usuarios/as vulnerables (niños/as, personas mayores, personas en situación de discapacidad, etc.).

El camino hacia la seguridad vial enfrenta múltiples desafíos, en el marco de una sociedad altamente estresada e individualista. Algunos factores como el consumo excesivo de alcohol o drogas, las distracciones con el teléfono móvil, la agresividad, el exceso de confianza y la falta de educación vial inciden en una mayor propensión a accidentes vehiculares. Mientras celebramos, es imperativo reafirmar la importancia de una conducción responsable y consciente.

A modo de propuesta, destacamos algunos pilares básicos para la promoción de una conducción segura: Atención y Vigilancia (manténgase alerta y consciente de su entorno, ya que las carreteras son un entorno dinámico en donde las decisiones en fracciones de segundo pueden ser cuestión de vida o muerte), Tolerancia Cero con las drogas (el consumo excesivo de alcohol sigue siendo uno de los factores que contribuyen a los accidentes mortales. Disfrute las festividades de manera responsable, designe un conductor que no beba y/o utilice transportes alternativos), Planificación y empatía (las vías son un espacio compartido. Planifique sus desplazamientos, respete y colabore con el uso responsable y seguro de las carreteras), Educación Vial (promover y participar en iniciativas de educación vial siempre será una inversión necesaria, independientemente de su medio de transporte).

En estas fiestas y durante las vacaciones, celebremos responsablemente y asegurémonos de que nuestros viajes estén llenos de alegría y bienestar, no de tragedia. La fiscalización sistemática de la autoridad, sumado a un marco legal moderno (ley Emilia, No Chat, CATI o tolerancia 0) no bastan por sí solas, si no tomamos consciencia de nuestros propios comportamientos. Promover una conducción responsable, permitirá que nuestras carreteras sean más seguras para todos/as. Después de todo, llegar con vida es el mejor regalo que podemos hacernos a nosotros/as mismos y a nuestros seres queridos.

Eduardo Sandoval-Obando

Investigador Instituto Iberoamericano de Desarrollo Sostenible (IIDS)

Universidad Autónoma de Chile