Hombre es sentenciado a 17 años de cárcel por abusar y violar a la hija de su cónyuge en Cunco

Una sentencia de 17 años de presidio dictó la justicia en contra de un hombre, quien fue condenado por abusar sexualmente y violar a la hija de su cónyuge en Cunco. Amenazó a la víctima con matarla a ella y a su madre, para no denunciar los delitos.

El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Temuco acreditó que las agresiones sexuales se extendieron desde el 2015 al 2020, tipificándolos como abuso sexual y violación reiterada de mayor de 14 años.

La sentencia fue dictada con un fallo unánime, el que estableció que “durante los últimos meses del año 2015, en el interior del domicilio común ubicado en la comuna de Cunco, el condenado A.R.G.S., cónyuge de la madre de la víctima, efectuó actos de relevancia y significación sexual en contra de la menor, de 14 años a la fecha de los hechos”

“Durante el año 2016 y con la excusa por parte del acusado de enseñarle a manejar, llevó a la afectada en su vehículo por caminos ubicados en las inmediaciones de su domicilio, y le efectuó actos de relevancia y significación sexual en su contra. Finalmente, entre finales de 2016 a febrero de 2020, el sentenciado, en reiteradas oportunidades violó a la víctima, en el mismo contexto de salir en vehículo a enseñarle a manejar. El condenado mantenía amenazada a la víctima con matarla, tanto a ella como a su madre si contaba lo sucedido”, agregó la resolución.

Junto con esto, la justicia lo condenó a la inhabilitación absoluta perpetua para cargos, oficios o profesiones ejercidos en ámbitos educacionales o con menores de edad y sujeción a la vigilancia de Carabineros por diez años después de cumplir la sentencia.

Asimismo, quedará impedido de cualquier derecho sobre la víctima, sus bienes, sus descendientes o ascendientes, ejercer la guarda y ser oído como pariente en trámites legales, pero manteniendo las obligaciones que por ley pueda tener en favor de la afectada.

Sumado a lo anterior, no podrá acercarse a la víctima en ningún espacio, por un periodo de diez años, contados desde que la sentencia quede firme y ejecutoriada.